BMW Group comienza a provisionarse de aluminio producido con electricidad solar con efecto inmediato. Se trata de un gran hito para la compañía en cuanto a la reducción de emisiones de CO2 en la red de abastecimiento en un 20 por ciento para el 2030. Debido a que producir aluminio requiere un alto nivel energético, el uso de energía verde, como la electricidad solar, ofrece un potencial considerable para reducir las emisiones de CO2. Por ello, BMW Group también tiene previsto abastecerse de aluminio producido con energía verde a largo plazo, lo que le permitirá evitar aproximadamente 2,5 millones de toneladas de emisiones de CO2 en los próximos diez años. Esto equivale a cerca del tres por ciento de los objetivos de CO2 que la empresa ha establecido para su red de proveedores.
"Aspiramos a liderar el camino de la sostenibilidad y aplicar nuestros objetivos de sostenibilidad de forma sistemática. Podremos cumplir más del 50% de nuestros objetivos de CO2 para la red de proveedores, sólo con el uso de energía verde. El uso de electricidad solar para la producción de aluminio es un paso decisivo en esta dirección", asegura el Dr. Andreas Wendt, miembro del Consejo de Administración de BMW AG responsable de la Red de Compras y Proveedores.
El aluminio producido a partir de la energía solar se procesa en la fundición de metales ligeros de la planta de BMW Group en Landshut para fabricar componentes de carrocería y propulsión, incluidos los necesarios para los trenes eléctricos, por ejemplo. El suministro de 43.000 toneladas de aluminio solar, valorado en tres millones de euros, cubrirá casi la mitad de las necesidades anuales de la fundición de metales ligeros de la planta de Landshut.
El uso de energía verde es clave para reducir las emisiones de CO2.
La tendencia hacia la electromovilidad significa que un porcentaje mucho mayor de las emisiones de CO2 del ciclo de vida de un vehículo procede ahora del valor añadido de la red de proveedores. En un vehículo electrificado, las emisiones de CO2 de la fase de uso son mucho menores, pero la producción de celdas de batería o de aluminio es muy intensiva en consumo de energía. Sin medidas correctoras, las emisiones de CO2 por vehículo en la cadena de suministro de BMW Group aumentarían en más de un tercio de aquí a 2030. La compañía no sólo quiere frenar esta tendencia, sino también invertirla, e incluso reducir las emisiones de CO2 por vehículo en un 20% respecto a los niveles de 2019. Por ello, BMW Group ya ha acordado con los proveedores de sus actuales baterías de quinta generación que sólo utilizarán energía verde para producirlas.
A medida que la movilidad eléctrica continúe creciendo, el aluminio será cada vez más importante como material ligero que puede compensar en parte el gran peso de las baterías de los vehículos electrificados. Sin embargo, la producción de aluminio es extremadamente intensiva en consumo de energía. La producción de la electricidad necesaria para producir aluminio primario, es decir, el aluminio obtenido directamente del compuesto mineral alúmina, es responsable por sí sola de cerca del 60% de las emisiones de gases de efecto invernadero de la industria mundial del aluminio. El uso de la electricidad solar es, por tanto, una palanca eficaz para reducir las emisiones de CO2 asociadas a la fundición de aluminio.